sábado, 21 de agosto de 2010

LA VIDA NO PASA EN VANO, YA SON 23 AÑOS

Ayer cumplí un año más de vida, son 23 años que he tratado de vivir al máximo y en lo posible con precaución, este cumpleaños estuvo lleno de contrastes, por un lado la felicidad de recibir saludos por todos los medios posibles, eso me llenó de alegría y satisfacción, y por otro lado la pena de haber discutido con una gran amiga, no podía ser otro día por la  mierda, a eso sumarle que por primera vez en mi vida una de mis abuelas no me saluda, no por el hecho de que se halla olvidado, si no porque últimamente me negaba hasta el saludo, por weas familiares a veces pagamos justos por pecadores; no creí que el no llamarme me afectaría tanto, pero si me afecto, esperé con ansias su llamado, como cual cabro chico espera un regalo, pero la llamada nunca llegó.

Reflexionando, creo que han sido 23 años la raja, con una familia extraordinaria, he conocido excelentes personas, agradezco a Dios que hasta a día de hoy, no se lo que se siente ser traicionado por un amigo/a, y es  una alegría, el saber que tengo amigos, el saber que tengo un techo donde vivir, el tener la posibilidad de estudiar, el saber que soy sano físicamente, cero impedimentos físicos, son weas impagables en la vida, y que muy pocas veces nos detenemos a pensar y mirar a nuestro alrededor y valorar las cosas y las personas que nos rodean.

Miro hacia atrás y agradezco cada porrazo que me di, cada cagada que me mandé, porque todo me ha echo crecer, de lo único que me arrepiento en la vida, es de haber sido tan hiriente con algunas personas en su momento, creo que cuando uno es más pendejo no piensa las cosas antes de decirla, creo que la filosofía de decir todo lo que uno piensa es válida, siempre y cuando las palabras no hieran un sentiemiento o más aún, el alma.

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