lunes, 25 de octubre de 2010

Deje de Existir

Hace un par de semanas que estoy con trabajo nuevo, trabajo en una pizzeria, la pega en si no es mala, me pagan bien, pero los turnos son agotadores. El ambiente laboral es bueno, excepto algunas malas caras, quizás porque soy nuevo y soy algo más lento en los procedimientos.

En fin, llego agotado a mi casa, literalmente raja de muerto, la espalda contracturada al máximo, sin ganas de nada, solo de ducharme y dormir, para peor hay que hacer trabajos para la universidad, o leer algo. Al momento de salir del trabajo y ver mi celular encuentro llamadas perdidas y mensajes de texto con invitación a diversos carretes, a los cuales me gustaría ir, pero no voy por falta de plata o simplemente porque el cuerpo no me da. Literalmente deje de existir los fines de semana, solo me levanto para trabajar y llego a mi casa a dormir, la puta rutina que siempre odié.

Esta bien, nadie me obliga a trabajar, la única motivación es la independencia económica, hace varios años que ya no le pido dinero a mis viejos (a excepción del dinero para movilizarme a la universidad), eso es lo único que me amarra y me ha amarrado a los trabajos que he tenido.

Debo confesar que siento cierta envidia (sana por supuesto) al ir camino a mi casa y pasar por locales nocturnos repletos de gente como yo, estudiantes con fines de semanas libres o que tal vez trabajan, pero tienen turnos diurnos; extraño esos fines de semana cuando estuve cesante, el poder salir, y dormir hasta la hora que se me parase el culo.

Aunque suene obvio, cada día que pasa, nos vamos poniendo más viejos, y que lata saber que en el futuro al sacar la carrera obviamente ganaré más lucas, pero el tiempo libre será menos, creo que hoy día me di cuenta que no se puede tener todo en la vida.

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